18 febrero, 2009

Del papel a internet


El internet, se ha convertido en uno de los brazos que algunos de los medios escritos han utilizado para abrazar a las masas en el ciberespacio.

El Diario La nación, ha logrado algunas de sus más grandes mejoras en el medio cibernético, la interacción con sus lectores le ha permitido avanzar en cuanto a lo que el público necesita, ya que escucha opiniones y diferentes formas de pensamiento a través de sus blogs, ha trascendido de las noticias a un círculo de comunicación directa con aquellos que participan algunos de sus blogs como: Derecho al berreo, tiquete al cine, primera fila, entre otros.

Semana.com, es la versión de noticias diarias de la revista impresa Semana, este sitio de información colombiano, se ha convertido en el más consultado de su país y por medio del internet hoy en día es leído en 72 países, la interacción con su público también es uno de sus fuertes, y lo han utilizado para llegar cada vez a más personas.

Por lo contrario, Diario Extra, considero no ha hecho una buena utilización del internet, ni de su público en el, ya que ha pesar de tener su edición en la web, sus blogs, lo cual es importante, no están actualizados, o al menos los pocos foros que tienen, no abren sus ventanas para acceder a ellos.
Un mundo como el ciberespacio, es una gran oportunidad para los medios escritos, sin embargo no todos hacen una buena utilización del mismo. 

Un viaje de película


Llevo algunos meses en que no utilizo el trasporte público. Sin embargo, por cuestiones de mejoras en mi automóvil, en estos días he vuelto a transitar las ajetreadas calles josefinas al retomar el servicio de los autobuses; la verdad no me incomoda para nada el tener que hacerlo, pero hoy al tomar mi ruta a la universidad note algunas cosas que te quiero comentar.

No se si te ha pasado, pero, lo primero que tuve que hacer fue correr tras el primer bus que debía tomar ya que este se detuvo como a los 100 metros de la parada y no me esperaría por mucho tiempo, y por si fuera poco, no me dejo ni sentarme y arranco, y como pueden suponer casi caigo a los pies de los demás pasajeros.

Mi historia continua en las calles de San José, donde se debe poner cara de loca y agarrar el bolso como si pesara una tonelada para evitar ser víctima del hampa, ah y por supuesto no puede faltar la caminata extraordinariamente rápida y más si se que llevo algo de valor en el bolso, como si todos lo supieran.

Tal vez, como yo te estas riendo, de mi tragedia, y lo mejor es que no he terminado… Al llegar a mi próxima parada encontré lo que me faltaba, un chofer amargado, primero, para detrás de otros dos buses, entonces camino hasta donde está, y a pesar de verme llegar, arranca y se corre como si no quisiera que me subiera, bueno, me vuelvo a acercar para subirme y cuando pongo el pie en el primer escalón, comienza a gritar: “¡Apúrese, apúrese, que la barra la marca dos veces, no tengo tiempo para esos jueguitos!” Y sin más, aceleró y de nuevo por poco caigo acostada, claro todas mis cosas no tuvieron la misma suerte que yo y salieron volando, imaginaran mi pena. Logré recoger mis cosas y me senté, pero el “amistoso” chofer continuó con sus gritos: “¡Págueme, que no soy tonto…si, si usted!”, si…era yo. Gracias a Dios llegue a la Universidad y pude contarles esto sana y salva, debo decirles que no fue del todo terrible, ya que pude casar algunas moralejas:

• No pagues un gimnasio, mejor corre detrás de un bus y recorre San José.
• Eres más educada que algunos choferes de bus.
• Desde que logres pasar la puerta de un bus, corre a tu asiento, no sea que termines sentada en el suelo.
• Y no, nadie más que tú sabe lo que llevas en el bolso.

Muy bien, no a todos nos pasa lo mismo, seguro a ti te han pasado cosas peores, así que desahógate y cuéntame, qué te ha pasado últimamente.